Si paseas por la zona del Bajondillo, te verás sorprendido por este palacete de estilo neomudéjar que destaca entre la arquitectura de Torremolinos. Este singular edificio, construido en 1925, perteneció a la familia Luque-Navajas, vinculada al negocio de la caña de azúcar en los terrenos que ahora forman parte del Aeropuerto de Málaga – Costa del Sol. En aquella época, se trataba de una de las industrias más fructíferas y en alza, pues se regaban esos terrenos con el agua que surgían de los Manantiales de Torremolinos.
Antonio Navajas, decidió construir este pequeño palacete residencial en un acantilado frente a la playa del Bajondillo. Era uno de sus grandes sueños, tener una casa frente al mar y en ella vivieron hasta tres generaciones de la familia Navajas. Quedó prendado en 1925 de una finca baldía en Torremolinos. Tenía agua y a él le bastaba. Enseguida se dió cuenta de que era un lugar privilegiado y el tiempo le ha dado la razón.